sábado, 11 de diciembre de 2010

La belleza del Adventismo Progresivo By Johnny Ramíres-Jorge



(Traducido por Claudia Argueta)
Ultimadamente me veo a mi mismo como un Adventista del Séptimo día completo. Pero, ¿como es que todos podemos ser Adventistas del Séptimo día cuando tenemos tanta diversidad en nuestra iglesia, desde nuestras caras hasta la manera que adoramos, desde los conflictos que enfrontamos a los momentos gozosos que experimentamos?
O, ¿como es que el Adventismo Progresivo (o cualquier otro nombre sectario Adventista) unifica y no divide a la iglesia? He llegado a apreciar mas y mas la definición de Julius Nam con respecto al Adventismo Progresivo, este explica que hay que “reimaginar la visión Adventista mas allá del conservativismo y el levantar-liberal en la familia de Adventismo” y ver la re-imaginación como un deber en el que podemos involúcranos juntos.
Es nuestra más grande contribución para la familia Adventista del Séptimo día en un nivel global como progresivos.
Una posición histórica adventista actualmente reside en la introducción de nuestras creencias fundamentales, nuestro deber como verdaderos progresivos no es el desafiar la unidad de la iglesia, sino que es el pegamento que nos debería mantener unidos. Ellen G. White escribe
“¿como debemos de explorar la escrituras? ¿Deberíamos de empujar nuestra doctrina en otros, y tratar de hacer que toda la escritura este de acuerdo con nuestras opiniones? ¿O deberíamos de llevar nuestras ideas y puntos de vista hacia las escrituras y evaluar nuestras teorías conforme a la verdad de las escrituras? Muchos de los que leen y hasta enseñan la Biblia no entienden la preciosa verdad de la cual ellos enseñan o estudian”
“Los hombres entretienen errores cuando la verdad esta claramente marcada; y si pudieran traer sus doctrinas a la palabra de Dios, y no leer la palabra de Dios a la luz de sus doctrinas, para probar que sus ideas estén correctas, no caminarían ciegamente y en las tinieblas o acariciar el error. Muchas dan significado a las palabras de la escritura que aprueba sus opiniones, y se engañan así mismos y a otros por no interpretar correctamente la palabra de Dios”
“Mientras estudiamos la palabra de Dios, lo deberíamos de hacer con corazones humildes. Todo egoísmo, todo amor de originalidad, tiene que dejarse a un lado. Opiniones tenidas de por años no deben de verse como infalible … Aquellos que sinceramente desean la verdad no serán renuentes al dejar abiertas sus posiciones para la investigación y criticismo de otros, y no se molestaran si sus opiniones e ideas son evaluadas.”
“Tenemos muchas lecciones que aprender y muchas que olvidar. Dios y los cielos son infalibles. Aquellos que piensan que jamás tendrán que dejar sus puntos de vista, nunca tendrán la oportunidad de cambiar sus opiniones. Mientras mantengamos nuestras ideas y opiniones con persistencia y determinación, no podremos tener la unidad por la cual Cristo oro” (Ellen G. White, Consejos para Escritores y Editores, P. 33-42).
Cooperación manifestada por un comportamiento positivo, promoción de unidad, habitación de ediciones contenciosas, parece definir lo que Ellen G. White llamo la verdad practica presente. Esta verdad práctica presente debería de enmarcar las mentes de aquellos que estudian la palabra de Dios. Este enfoque a la verdad califica la verdad con dos características “practica” y “presente.” Ambas son igualmente importantes y definen lo que se espera. Pero ¿como se mira este deber? Nuevamente, la hermana White puede ayudar,
“Le presento estos asuntos importantes para presentar a las personas como la verdad practica presente. No hay necesidad de detenerse en asuntos que no son luz y verdad. Deberíamos de pensar en esas cosas que nos darán nutrición espiritual. Aquellos que tienen el conocimiento de la verdad jamás deberían de buscar algo nuevo y extraño para presentarlo a la gente. No hay que dejar que el ministerio de Dios entre en contiendas y disputas. Su influencia es dañada grandemente cuando se exaltan así mismos y son dictatoriales. Todos tienen que tener extremo cuidado en este punto. Cada día debemos de aprender mas de Jesucristo.” ( Ellen G. White Estate, Manuscript Releases Vol. 21 [Nos. 1501-1598] (1993), page 398, MR No. 1583.)
Practico se define aquí como “cosas que dan nutrición espiritual” (quiere decir, la verdad que cambia la vida de las personas, no tópicos con no aplicaciones a la vida real). La segunda área es un poco más difícil de definir. ¿Qué es lo que ella quiso decir con “presente”? Aparentemente “presente” significa movimiento en el tiempo. Conforme el tiempo avanza deberíamos de esperar aprender nuevas cosas. Elena G. White añade diciendo que “cada día necesitamos aprender mas de Jesucristo” lo que claramente implica que no hay final con respecto al aprendizaje de la verdad acerca de Dios y como Dios se relaciona con nosotros.
Este término es definitivamente más moderno ya que la verdad es algo que esta en movimiento. Ella no estaba diciendo que la verdad es relativa, ella esta diciendo que la verdad depende del contexto. La idea del movimiento en el tiempo ha llegado a ser tomado hoy en día como una manera de definir la perspectiva del Adventismo con la cual yo me identifico ahora – progresivo. Como el Adventismo progresivo mira los deberes teológicos siempre en movimiento, vemos desafíos no como amenazas pero como oportunidades. El Adventismo progresivo es un método y actitud y no una agenda particular o un punto de vista acerca de un tema en particular. Una persona es considerada un progresista porque el/ella esta en un proceso estimulante de re-envisionar, eso es importante porque la definición o característica es un compromiso a la verdad, método o actitud presente.
Este hermoso e histórico método y actitud Adventista el cual tiene en su base al progresismo Adventista también puede unir a la iglesia en una sola. Fritz Guy dice “este espíritu progresivo trae energía al pensar teológico. Es el autentico espíritu del Cristianismo adventista el latido de la teología Adventista. (p. 257, Thinking Theologically). Este espíritu progresivo define el carácter, lo cual define nuestra creencia que la comunidad se llena de fuerzas mediante la conversación – un deber que es integral para una iglesia que se una mediante su diversidad.

Johnny A. Ramírez Jorge estudia teologia y edita Café Hispano para Spectrum.
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