La revista Ministry de enero de 2012 publicó un artículo del Dr. Ángel Manuel Rodríguez titulado: “Problemas en la interpretación de las siete trompetas de Apocalipsis”. En ella Rodríguez informó a sus lectores que algunos eruditos Adventistas sostienen “diversas opiniones” o “interpretaciones divergentes” sobre esta profecía.
Cabe señalar que todas las interpretaciones que Rodríguez evaluó en su artículo, provienen de eruditos que respetan los principios historicistas de interpretación apocalíptica. Este hecho singular debería motivarnos a investigar con mucho cuidado esos principios que Rodríguez presentó como “indispensables” y ”no negociables”. Además, la urgencia que tenemos de hallar una solución permanente a estos problemas hermenéuticos de las profecías apocalípticas debería inducirnos también a probar esas reglas en las visiones de Daniel y Apocalipsis para constatar objetivamente si esos principios son absolutos o relativos.
Este ensayo tiene la intención de probar cada uno de esos principios hermenéuticos para asegurarnos de que son realmente indispensables y no negociables para la interpretación apropiada de las profecías apocalípticas de la Biblia. Una vez que estos principios sean verificados satisfactoriamente, entonces podremos tomar una postura adecuada acerca de su uso en la interpretación de este tipo de profecías.
LOS CINCO PRINCIPIOS NO NEGOCIABLES DEL HISTORICISMO
En la revista Ministry Rodríguez subrayó la necesidad de que todo intérprete Adventista permanezca firmemente comprometido a los principios historicistas[i] en su interpretación de las profecías apocalípticas de la Biblia. Antes de que tomemos una postura a favor o en contra de esta propuesta, quisiera que probemos cada una de ellos en todas las visiones y explicaciones del libro de Daniel para verificar si son “obligatorios”, o solamente principios guiadores.
El primer principio que debemos examinar dice:
- La “Profecía apocalíptica [de Daniel y Apocalipsis] cubre todo el lapso de la historia desde la época del Profeta hasta el final de la historia”. Además, este principio declara que la “recapitulación es central en las profecías apocalípticas (Dan. 2, 7, 8, 11)”.
Para probar la realidad de este precepto hermenéutico necesitamos aplicarlo en cada visión y en cada explicación del libro de Daniel y, luego, evaluarlo objetivamente para constatar si en efecto es un principio obligatorio que debiera ser usado en todas las visiones y explicaciones de ese libro (2, 7, 8, 9, 10:1-12:4, 12:5-13), o no.
Exploración de la primera regla historicista en el sueño de Daniel 2
Note el lector que la profecía de Daniel 2 incluye tanto el sueño de Nabucodonosor como la explicación de Daniel. El sueño se desarrolla en torno a una estatua que se compone de varios metales y barro. La cabeza de la estatua comienza la historia profética con el reino de Babilonia y los pies la concluyen con el cuarto reino de Roma. Esta estatua finalmente fue destruida por una piedra que fue cortada del monte, pero no por mano humana. La piedra representa al reino de Dios que tomará el lugar de las naciones de la tierra. Observe que Daniel explica cada uno de los símbolos de la imagen desde la cabeza hasta los pies. Este hecho nos confirma que el primer principio historicista pasa la prueba tanto en el sueño profético como en la explicación de ese sueño, porque ambas partes cubren el lapso de la historia desde la época del profeta Daniel hasta el final de la historia humana. Por lo tanto, la primera regla historicista de interpretación apocalíptica, que fue presentada en la revista Ministry, pasa satisfactoriamente la prueba en la profecía de Daniel 2.
A continuación se ilustra el lapso profético-histórico de la profecía de Daniel 2 y su explicación:
Dan. 2:1-30: Introducción. Dan. 2:31-35: Descripción del sueño profético de la historia mundial
- /El tiempo del profeta - El fin de la historia/
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Dan. 2:36: Introducción. Dan. 2:37-45: Explicación del sueño profético
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Exploración de la primera regla historicista en el sueño de Daniel 7
La profecía del capítulo 7 de Daniel también presenta una visión y una explicación de la visión. Ambas partes de la profecía recapitulan o repiten la descripción y explicación de los cuatro reinos del primer sueño de Daniel 2 desde el tiempo del profeta Daniel hasta el fin de la historia humana. Además, ambas partes agregan algunos detalles que no fueron mencionados en el sueño previo. Todo esto nos indica que ambas partes de la profecía de Daniel 7 cumplen el requisito de la primera máxima historicista que exige que la profecía comience desde la época del Profeta y termine hasta el fin de la historia de este mundo. Sin embargo, para ser precisos, aclaramos que el primer principio de interpretación historicista pasa la prueba solamente en el sueño profético y en la explicación general de los cuatro animales simbólicos, pero no pasa la prueba en la explicación detallada de esos cuatro animales simbólicos porque el ángel inició su explicación a partir del cuarto reino y concluyó con el juicio divino. En otras palabras, la explicación detallada de los cuatro animales simbólicos no cubrió todo el lapso de la historia desde la época del profeta Daniel hasta el final del mundo, como lo requiere el primer principio. Con esta aclaración, concedemos que el primer principio historicista pasa la prueba en la profecía de Daniel 7.
El lapso profético-histórico del sueño de Daniel 7 y su explicación se ilustra como sigue:
Dan 7:1: Introducción. Dan. 7:2-14: Sueño o visión profética de la historia del mundo
- /Tiempo del profeta - El fin de la historia/
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Dan. 7:15-16: Introducción. Dan. 7:17-18: Explicación general de los cuatro animales simbólicos
- /____________________________________________________________________/
Dan. 7:19-22: Introducción. Dan. 7:23-26: Explicación detallada del cuarto imperio y el juicio
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Examinación de la primera regla historicista en la visión de Daniel 8
La profecía del capítulo 8 de Daniel también describe una visión y ofrece la explicación de la visión. Ambas partes de la profecía recapitulan o repiten la descripción y explicación de los últimos tres reinos o imperios de las profecías anteriores de Daniel 2 y 7. Este hecho implica que ambas partes de esta profecía cumplen con el requisito del primer principio de la escuela historicista que exige que la profecía comience desde la época del Profeta y termine hasta el fin de la historia de este mundo. Aquí también el primer precepto hermenéutico del historicismo pasa la prueba en ambas partes de la profecía.
El lapso profético-histórico de la visión de Daniel 8 y su explicación se ilustra en la siguiente gráfica:
Dan. 8:1-2: Introducción. Dan. 8:3-14: La visión profética de la historia del mundo.
- /El tiempo del profeta - El fin de la historia/
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Dan. 8:15-19: Introducción. Dan. 8:20-26: La explicación de la visión
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Exploración de la primera regla historicista en la explicación de Daniel 9
La profecía del capítulo 9 de Daniel es diferente de las profecías anteriores porque es una explicación específica del último asunto de la visión de Daniel 8 y de su explicación, a saber, la visión de las tardes y mañanas o el período de los 2.300 días (8:14, 26). El lector puede darse cuenta que aunque la profecía de Daniel 9:24-27 explica la profecía temporal de Daniel 8, no cubre todo el periodo de esta profecía, sino que las 70 semanas comienzan en el año 457 A.C. y terminan en el año 34 D.C. En otras palabras, el período de las 70 semanas no cubre el lapso de la historia desde el tiempo del profeta Daniel hasta el final del mundo. Por lo tanto, la primera regla hermenéutica del historicismo no pasa la prueba en Daniel 9:24-27 porque no cumple con su propio requisito que ha sido identificado como un principio hermenéutico obligatorio. En otras palabras, si la primera regla del historicismo no pasa la prueba en Daniel 9:24-27, entonces no debería considerarse como un principio inflexible, sino como una pauta interpretativa. Dado que el método histórico-gramatical[ii] respeta las reglas del lenguaje humano y su contexto, debería tener la prioridad en la interpretación de esta profecía.
El lapso profético-histórico de la profecía de Daniel 9 se ilustra en la siguiente gráfica:
Dan. 9:1-23: Introducción. Dan. 9:24-27: Explicación del periodo profético de las tardes y mañanas
- 457 B.C. - 34 A.D.
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Exploración de la primera regla historicista en la explicación amplia de Daniel 11:2-12:4
La profecía de Daniel 10:1- 12:4 proporciona una explicación más detallada de la visión de Daniel 8 y cubre el periodo de la historia desde la época del profeta Daniel hasta el final de la historia humana. Por lo tanto, la primera regla historicista de interpretación apocalíptica pasa la prueba en esta profecía explicativa.
El lapso profético-histórico de la profecía de Daniel 10:1-12:4 se ilustra de la siguiente manera:
Dan. 10:1-21 = Introducción. Dan. 11:1-12:4: Explicación detallada de la visión de Daniel 8
- /El tiempo del Profeta - El final de la historia/
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Exploración de la primera regla historicista en la explicación de Daniel 12:6-13
La profecía de Daniel 12:6-13 es similar a la profecía de Daniel 9:24-27 en el hecho de que esta profecía es otra explicación del último asunto (12:1-4) tratado anteriormente (11:1-12:4). Este diálogo explicativo comienza con la pregunta de un ángel (12:6) que solicitó más información acerca del fin de las maravillas de Daniel 12:1-4. La respuesta del varón vestido de lino, a la pregunta del ángel, aparece en Daniel 12:7. La primera parte de esta respuesta presenta un periodo que introduce el tiempo del fin. Luego, la segunda parte anuncia la liberación del pueblo de Dios (cf. 12:1) y, finalmente, la tercera parte de la respuesta afirma que entonces todas las maravillas se cumplirán (cf. 12:1-3). Después de esta respuesta, Daniel hace otra pregunta (12:8). Entonces, el varón vestido de lino le revela a Daniel los últimos acontecimientos de la historia que tendrán que cumplirse en el tiempo del fin (Dan. 12:9-13). Como vemos, esta profecía explicativa expone primeramente un periodo que comienza en el 538 y termina en 1798 (12:7) y, luego, revela los últimos eventos que se cumplirán en el tiempo del fin (12:7 y 9-13). Esta revelación profética nos indica claramente que el requisito de la primera regla del historicismo no pasa la prueba en esta parte de la visión (12:5-13) y, por tal motivo, no puede ser una regla obligatoria en este lugar. En otras palabras, si la primera regla no pasa la prueba en esta profecía, entonces no debe considerarse como un principio obligatorio e inflexible, sino solamente como una pauta interpretativa.
El lapso profético-histórico de Daniel 12:6-13 se muestra como sigue:
Daniel 12:5, 6a: Introducción. Daniel 12:6b-13: Diálogo explicativo de las maravillas de Daniel 12:1-3
- /538 D.C. - El final de la historia/
- /_____________________________/
Creo que se ha probado claramente que la primera regla del historicismo no pasa la prueba en la profecía de Daniel 12:5-13 ni tampoco en la profecía de Daniel 9:24-27. Por lo tanto, afirmamos una vez más que la primera máxima del historicismo no puede ser obligatoria en las dos profecías de Daniel 12:5-13 y Daniel 9:24-27, sino solamente una pauta interpretativa. Por el otro lado, el método histórico-gramatical debe tener prioridad en estas dos profecías.
Después de esta breve evaluación, pasemos a probar la segunda regla del historicismo que dice:
- “La naturaleza apocalíptica de la visión apunta a una realización específica suficiente para ser localizada en un evento o proceso histórico”. En otras palabras, la profecía apocalíptica no puede tener más de un cumplimiento.
Considero que esta máxima pasa la prueba en las profecías de Daniel, pero no en el ciclo de las siete iglesias de Apocalipsis. Tradicionalmente se ha entendido que este ciclo es una profecía para las siete iglesias de Asia menor, que estaban activas en el primer siglo. Además, se ha enseñado que esta profecía de las siete iglesias de Asia Menor tiene otro cumplimiento tipológico o secundario a lo largo de la historia de la iglesia cristiana. Si esta enseñanza es correcta, entonces el segundo principio del historicismo no es un “principio innegociable”, sino solamente un principio guiador.
El tercer principio hermenéutico del historicismo dice:
- «Las trompetas [del libro de Apocalipsis] no son juicios escatológicos de Dios sobre los pecadores impenitentes, sino juicios que tienen lugar dentro del flujo de la historia [desde el tiempo del Profeta hasta el final de la historia].»
Si hacemos un análisis de la estructura literaria del ciclo de las siete trompetas (Ap. 8:2-11:18), encontraremos que ésta es paralela a la estructura literaria de los siete sellos de Apocalipsis 4:1-8:1. El paralelismo de ambos ciclos y el periodo de su historia profética se muestran como sigue:
1844 - El final de la historia
Ap. 4 y 5 = Intr. / 6:1-16 = apertura de 6 sellos / 7:1-8 = Interludio / 8:1 = 7º sello.
Ap. 8:2-5 = Intr. / 8:6-9:21 = toque de 6 trompetas/ 10:1-11:13 = Interludio/ 11:14-18 = 7ª trompeta
Un estudio a fondo de ambas introducciones revela que ambas escenas están relacionadas con el juicio divino que se inició en 1844, y que tanto el séptimo sello como la séptima trompeta se cumplen al final de la historia. Si esta propuesta es correcta, entonces la primera y la tercera regla de la escuela historicista, que fueron propuestas como obligatorias, no se deberían aplicar a estas dos profecías. Por supuesto, esta sugerencia que está relacionada con las siete trompetas y los siete sellos de Apocalipsis necesita más evidencias para que sea convincente, pero dejaremos esa tarea pendiente para otro artículo.
El cuarto principio del historicismo trata de los períodos apocalípticos y fue presentado como sigue:
- ”La mención de períodos de tiempo dentro de las [profecías apocalípticas] debe estudiarse cuidadosamente para determinar si estamos tratando con períodos de tiempo profético o de otra cosa. Si la referencia es de períodos de tiempo profético, deberíamos intentar de encontrar el cumplimiento histórico aplicándoles el principio de un día por año.”
Esta declaración debe aceptarse como se presenta porque permite que el intérprete determine primero si el período de tiempo es simbólico o literal. Es decir, todo período de tiempo debe investigarse primero mediante el método de interpretación histórico-gramatical. Si la investigación indica que el período de tiempo es simbólico, entonces y sólo entonces, debería entenderse según el sistema de semanas de años o del Jubileo (Lev. 25). Es decir, el periodo debería entenderse aplicando el sistema de que un día representa un año.
El quinto principio del historicismo que apareció en la revista Ministry es como sigue:
- ”Este elemento metodológico está basado en el principio hermenéutico que la Escritura se interpreta a sí misma”.
Aunque esta regla es apropiada, sería bueno aclarar que no debe aplicarse indiscriminadamente. Ella debe aplicarse en armonía con el método histórico gramatical. Es decir, cada palabra, frase o símbolo de las profecías debe interpretarse según su contexto y un estudio lingüístico o semántico apropiado.
Al concluir esta evaluación de los cinco principios más indispensables del historicismo, creo que la aplicación indiscriminada de estos principios en todas las profecías apocalípticas de Daniel y Apocalipsis es una de las causas principales de nuestra inseguridad y de las interpretaciones divergentes entre los intérpretes de esos dos libros. Creo que después de 150 años de estudiar e investigar las profecías apocalípticas de Daniel y Apocalipsis no debería haber incertidumbre ni diversidad de interpretaciones entre los eruditos Adventistas sobre esas profecías del tiempo del fin. Sin embargo, como podemos ver, la realidad de la interpretación de esas profecías no concuerda con nuestra expectativa. A pesar de esta realidad, no deberíamos desanimarnos porque todavía hay esperanza. El libro de Daniel nos asegura que los “maskilim” o los “conocedores” entenderán las profecías de ese libro en el tiempo del fin (12:10). Además, el Señor Jesús prometió a sus discípulos el don de su Espíritu Santo que puede enseñar y revelar la verdad a su pueblo. Por lo tanto, busquemos urgentemente la dirección del Espíritu Santo en la interpretación de las profecías apocalípticas y cumplamos la gran Comisión Evangélica para ver al Señor Jesús viniendo otra vez en las nubes de gloria.
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[i] Ángel Manuel Rodríguez, “Issues in the interpretation of the seven trumpets of Revelation,” Ministry (January 2012):6-10
[ii] El método histórico-gramático (o método histórico-bíblico) es básicamente la aplicación de las reglas gramaticales al texto bajo estudio. Este método es opuesto al método histórico-crítico del racionalismo. Para más información sobre estos dos métodos de interpretación vea Richard Davidson, “Biblical Interpretation” in the Handbook of Seventh-day Adventist Theology, ed. Raoul Dederen (Hagerstown, MD: Review and Herald, 2000).