miércoles, 7 de octubre de 2009

La edad de los fósiles. Por Ariel Roth

Frecuentemente los informes de prensa aluden a descubrimientos de huesos y fósiles de animales que existieron hace millones de años. Como creyente en la Biblia y como creacionista, tengo la impresión de que no pueden ser tan antiguos. Pero no estoy seguro de ello. ¿Cómo pueden los científicos determinar la edad de esos especímenes? ¿Cuán confiables son sus cálculos de las fechas?

Es cierto que los periódicos, revistas científicas y libros de texto, como también la mayoría de los museos de historia natural, sugieren que la vida evolucionó sobre la tierra a lo largo de millones de años. Esto contrasta drásticamente con el relato bíblico de una creación reciente, hecha por Dios en seis días. Muchos se preguntan acerca de cuál de los dos representa la verdad.

Los hombres de ciencia determinan la edad de los fósiles en formas diferentes, más comúnmente por su posición en las capas de roca y en su relación con otros fósiles. Las rocas mismas han sido fechadas mediante una variedad de métodos complejos, siendo los más importantes los métodos de datar radiométricos, tales como el del uranio-plomo o del potasio-argón. En ocasiones, estos métodos dan los resultados esperados por los científicos, pero en otras ocasiones no es así. El problema radica en que una variedad de factores pueden cambiar la concentración de los elementos empleados en la determinación de las fechas. Por ejemplo, el método de potasio-argón, adjudicó la edad de 1.1 millones de años a un flujo reciente de lava en Hawaii que fue datado históricamente como de 1801 d. de C., debido al exceso de argón que había quedado atrapado en la lava. Los que sostienen una creación reciente hecha por Dios como se la describe en la Biblia, generalmente explican las extensas dataciones radiométricas obtenidas en base a los cambios esperados durante el trastorno causado por el diluvio descrito en el Génesis. Otros científicos creyentes en una creación reciente, explican que el material rocoso muy antiguo podría haber estado presente sobre una tierra vacía mucho antes de que la creación de la vida tuviera lugar durante la semana de la creación, la cual tuvo lugar hace unos pocos miles de años. Algunas de estas rocas antiguas habrían sido incorporadas en los estratos fosilíferos durante el diluvio del Génesis. El datar los fósiles por medio de estas rocas antiguas daría la impresión incorrecta de una edad elevada en fósiles recientes.

Hay algunos datos científicos que sugieren que las edades geológicas de millones de años son incorrectas. Por ejemplo, la velocidad actual de la acción de la erosión de nuestros continentes es muy elevada; es tan rápida que nuestros continentes actuales habrían sido erosionados al nivel del mar varios cientos de veces por encima de las edades geológicas que se asumen. Como los continentes todavía están aquí, no parece que hayan existido a través de los largos períodos de tiempo sugeridos por las interpretaciones geológicas aceptadas. Otra evidencia de la acción rápida puede ser apreciada en la falta de evidencia necesaria para explicar los largos períodos de tiempo requeridos para los efectos de la erosión, para la formación del suelo y el crecimiento de las plantas en muchas localidades de los estratos geológicos en los cuales hay secciones ausentes. En estas secciones las capas que están por debajo deberían mostrar la evidencia de los largos períodos de tiempo que las capas geológicas ausentes implicarían. La falta de tal evidencia sugiere que los largos períodos geológicos nunca ocurrieron.

A veces es difícil poner a prueba evidencias científicas del pasado ya que las condiciones en ese tiempo podrían haber sido muy diferentes a las del presente. El diluvio universal descrito en el Génesis alteraría muchas interpretaciones. La cosmovisión de una persona puede fácilmente alterar la interpretación de los datos. Es más, las teorías científicas cambian a menudo, y lo que hoy se considera un dogma, puede llegar a ser una herejía mañana. La ciencia enseñaba que las montañas se formaban por la contracción de la tierra a medida que ésta se enfriaba. Hoy la opinión que prevalece es que fueron formadas por el desplazamiento de grandes placas sobre la superficie del planeta. Es necesario ejercer mucha precaución en la interpretación de datos. El modelo de un origen evolutivo de la vida tiene serios problemas científicos. Hay muchas razones para creer en la veracidad de la Biblia.

Ariel Roth, Ph.D., Geoscience Research Institute, Loma Linda, California, EE. UU. de N.A.

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