Cuál es el destino de aquellos que no han tenido la oportunidad de escuchar acerca de Jesús? ¿Serán salvos o se perderán? Estas preguntas conducen a otras consideraciones importantes. ¿Cómo se relaciona el cristianismo con otras religiones del mundo? ¿Es el cristianismo realmente algo único? ¿Deberían los cristianos ser misioneros? ¿No es la misión un concepto colonial? Estas no son preocupaciones nuevas. Han sido ponderadas y debatidas por siglos. Pero a medida que el globo se convierte en una aldea, con una explosión demográfica que pasa los cinco billones de habitantes, y con sus religiones que se convierten en la fe del vecindario, este asunto adquiere más importancia hoy que en cualquier otro momento de la historia. En esta compleja situación, los cristianos tienen que permanecer fieles a su Señor y al mismo tiempo encontrar respuestas que puedan satisfacer sus propias mentes y tengan algún sentido para los que son ajenos a su fe religiosa. A través de los años, los teólogos cristianos han desarrollado tres respuestas básicas a las preguntas mencionadas.1
Primera respuesta: La postura restrictiva
Esta posición sostiene que todos los que no han sido evangelizados están condenados. A menos que la gente escuche el mensaje de Jesús y responda a él, no tendrá ninguna esperanza. Esta ha sido la más popular y extendida creencia a través de la historia cristiana. San Agustín enseñó este punto de vista, como lo hizo también el teólogo de
Segunda respuesta: Postura universalista
Esta postura sostiene que toda persona sincera que busca la salvación en su religión, la encontrará. La mayoría de los cristianos universalistas ven que esto tiene lugar a través del trabajo meritorio de Jesús. Mientras que hay muchas explicaciones que difieren en el cómo será posible, una cosa es cierta: al final, todo individuo no evangelizado --incluso los que ahora están pasando por una etapa de rebeldía-- serán rescatados. Una minoría de los universalistas cree que Dios va a salvar a toda la gente a pesar de sus elecciones. Una mayoría mantiene que Dios continuará trabajando con la gente hasta que todos finalmente se convenzan de que su camino es el mejor. El universalismo tuvo su abogado en la iglesia primitiva por medio de los escritos de Orígenes. Cayó en desgracia y fue revisado solamente después de la reforma. Desde
Tercera respuesta: Postura de inclusión
Entre las dos posturas extremas, la restrictiva y la del universalismo, está la de la inclusión o también designada como la de "más amplia esperanza". Esta posición sostiene que debido a lo que Dios hizo a través de Jesucristo, todo aquel que busca sinceramente en la religión será salvo. Siendo que Jesús es la base para la salvación, él puede salvar a los que verdaderamente buscan la salvación en otras religiones, o aun a los que no tienen ninguna religión, y que nunca escucharon acerca de él. La postura inclusiva se diferencia del universalismo en creer que se perderán todos los que no son verdaderos buscadores de la salvación. Actualmente el inclusivismo está ganando adeptos, a menudo a expensas de la postura de la restricción. Juan Wesley, el fundador del metodismo, y C.S. Lewis, el popular escritor cristiano, están entre aquellos que han apoyado la posición de inclusión. ¿Qué creen estos acerca de la manera en que opera la salvación? Algunos sostienen que Dios en alguna forma da a todos la oportunidad de escuchar acerca de Jesús y de que hagan su decisión. Un grupo de entre ellos cree que después de la muerte habrá una evangelización especial, mientras que otros cree que esta evangelización tendrá lugar antes de la muerte. Otro grupo, por otro lado, cree que Dios no necesita evangelizar a esta gente. Ya que él conoce todas las cosas, él puede juzgarlos simplemente sobre la base de cómo ellos responderían si hubieran escuchado el mensaje. Probablemente el grupo más amplio cree que el buscar sinceramente a Dios y hacer el bien es todo lo que se necesita para que la salvación tenga lugar. Todos los puntos de vista convergen en que Dios puede salvar a la gente sin que haya contacto físico con un misionero cristiano o con un testigo. Como evidencia bíblica para esta posición, los partidarios de la inclusión a menudo utilizan textos empleados por los universalistas e inclusive los de la postura restrictiva, pero los interpretan en forma diferente. Ellos interpretarían la expresión "Salvador de todos los hombres" como una fórmula de salvación accesible a todos, y no como un requisito para la salvación. Los textos usados por los de la posición restrictiva se refieren a la necesidad de "tener al Hijo", o de "obedecer al Hijo". Los inclusivistas interpretan estos textos en el sentido de que los no evangelizados podrían obtener la salvación sin conocer explícitamente el nombre o la identidad de Jesús. Los partidarios de la inclusión sostienen que ellos pueden defender la bondad de Dios. Aunque algunos se perderán, será por su propia decisión. Dios acepta esa decisión y no los fuerza a vivir en el cielo.
Importantes principios de evaluación.
Al estudiar estos diferentes puntos de vista, tenemos que tener en cuenta cuatro principios cruciales:
1. En las tres posiciones hay cristianos sinceros que creen en
2. Los cristianos deberían mantener la centralización y la soberanía de Jesús.
Los cristianos deberían tomar en serio las palabras de Hechos 4:12: "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos". Desafortunadamente, algunos puntos de vista extremos niegan el poder de Jesús y/o la singularidad de su persona. Muchos partidarios de la restricción parecen limitar el poder de Jesús. El puede, creen, salvar solamente a aquellos que pueden ser alcanzados por un misionero. Yo creo que el Cristo resucitado, la única fuente de salvación, puede salvar a la gente en otras formas diferentes a este único método. Al tratar de tomar a Jesús seriamente como la fuente de salvación, los de la restricción pueden estar actualmente negándole algún poder soberano propio. Y algunos universalistas parecen negar la singularidad de Jesús y sugieren que la salvación puede encontrarse independientemente de él. Dos populares autores modernos que abogan por este punto de vista son John Hick y Paul Knitter. Hick afirma: "Puede ser que una [religión] facilita más la liberación/salvación humana que otras, pero si fuera así, no es evidente a la percepción humana. Hasta donde podemos decir, son todas igualmente productivas en lo que concierne a la transición del yo a la realidad, lo cual podemos apreciar en los santos que encontramos en todas las tradiciones".3
Yo creo que Jesús es singular y que él es el único camino para la salvación, pero también siento que los sinceros creyentes de otras religiones pueden ser salvos. Los perdidos no saben necesariamente en esta vida la fuente exacta de su salvación. En resumen, tenemos que rechazar todo punto de vista que limita el poder de Jesús o que le niega el lugar especial que
4. Un estudio cuidadoso demuestra que a veces hay preguntas más apropiadas que la pregunta acerca de la "salvación". No me interpretes mal. Yo creo que es muy importante salvar a los no evangelizados. Los cristianos bien informados deberían tener una buena respuesta para este problema. Pero también creo que en algunas situaciones, especialmente donde los creyentes pueden compartir su fe libremente, hay otras preguntas que son más provechosas: ¿Cómo está obrando Dios en la vida de esta persona? ¿Qué puedo hacer para acelerar el proceso? ¿Cómo actúa Dios en situaciones divergentes? Preguntas como estas dejan la salvación en manos de Dios y nos impelen a pensar cómo podemos cooperar con él.
Nuestro cometido.
Una vez que se haya dicho y hecho todo lo que se debía decir y hacer, la evidencia cristiana debería centrarse en Jesús. Las situaciones pueden ponerse hostiles cuando los adeptos de otras religiones piensan que nosotros consideramos que los cristianos son mejores que los creyentes de otras religiones. Rechazamos este reclamo rotundamente. Lo que es tan especial entre los cristianos es que Jesús es el singular Dios-hombre y el único camino a Dios, el Padre. Estas son buenas nuevas que no tienen nada que ver con la bondad o maldad de ninguna persona o sistema religioso en particular. Nuestro principal objetivo es el de contar esta historia en amor y persistencia, y dejar que Dios decida quién va a ser salvo. Nuestra creencia también tiene que preservar la centralidad de la misión. No me inquieta tanto lo que creemos acerca del destino de los no evangelizados, cuanto de nuestro cometido de obedecer el mandamiento de Jesús de proclamar las buenas nuevas a toda la gente. La iglesia --¡nosotros!-- vive y muere en base a la obediencia a nuestra misión.
Jon L. Dybdahl (Ph.D., Fuller Theological Seminary) es director del Institute of World Mission en Andrews University, Berrien Springs, Michigan, Estados Unidos.
Notas
1.
2. Un estudio de 5.000 evangélicos que asistieron a Urbana Missions Conference de 1975 mostraron que 37 por ciento podría ser clasificado en la postura de restricción. Ver Sanders, p. 216.
3. John Hick, Problems of Religious Pluralism (New York: St. Martin's Press, 1985), pp. 86, 87.
4. Elena White, El ministerio de curación (Mountain View, Calif.: Pacific Press Publ. Pacific Press Publ. Assn., 1959), p. 220.
5. White, El Deseado de todas las gentes (Mountain View, Calif.: Pacific Press Publ. Assn., 1955), p. 264.
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